Nuestras historias

Terminó la primera rueda de la Primera Nacional y nos volvimos a quedar con las ganas de ganar de visitante frente a Brown de Adrogué. Y esta vez ni siquiera tuvimos el nivel de juego aceptable como cuando jugamos contra Morón en Castelar.
Pensábamos antes del partido que esta vez se nos daría debido a la poca jerarquía del equipo local pero no, otra vez no logramos quedarnos con la victoria y nos quedamos con el mismo sabor amargo que las otras veces que jugamos de visitantes.
El primer tiempo se dio con un Brown haciéndole frente a su pobre presente y tratando de imponerse a través de la posesión y de alguna que otra llegada con poco riesgo para el arco de Ferrero, como ese centro que capitalizó Franco Benítez cerca del área chica pero que no logró terminar el gol.
Chicago, por su parte, trataba de responder de contra e imprimirle dinámica al juego, pero lo único que lograba era acercarse a zona de riesgo sin mayores dificultades para el equipo local. La segunda etapa creció en intensidad y juego friccionado, pero el fútbol jamás fluyó y los buenos propósitos no prosperaron debido al escaso volumen de juego de ambos equipos. Una sólo jugada de riego cierto tuvo Chicago en los pies de Maximiliano Paz, pero no pasó de ser sólo un susto para el arquero local.
Al verdinegro le faltó la creación necesaria que fructificase en jugadas elaboradas, sociedades, juego fluído, profundad y eficacia. En parte por negligencia propia pero también porque los jugadores de Brown disputaron cada pelota como si fuera la última, tratando de revertir la delicada situación en la que se encuentra el equipo de Adrogué.
Y así se iba terminando un partido aburrido, con poquísimas jugadas con destino de gol y una falta de claridad alarmante por parte de ambos equipos para lograr superar las presiones y desarrollar un juego asociado que derivase en posibilidades de gol.
Una noche para olvidar verdaderamente. Pero ahora hay que pensar en el próximo partido ante Almagro, otra vez de visitante, y mejorar todo lo que se hizo en esta primera rueda. Desde ya que las actuaciones que tuvo el equipo como local casi fueron perfectas, pero existe una gran deuda a saldar cuando juega de visitante. Ya lo sabe todo el mundo Chicago y ya es hora de revertir la situación.
Seguimos en zona de Playoffs y eso es muy gratificante, pero el equipo debe mejorar en volumen de juego y para eso debe contar con una cierta cantidad de jugadores creativos que le otorguen la frescura y el futbol necesario para resolver situaciones difíciles, más allá que Mataderos se consiguieron mas puntos de lo acostumbrado.
Con algunas incorporaciones que apunten a solucionar ese déficit y con el apoyo incondicional de la gente que alienta siempre, se puede mejorar lo hecho en esta primera rueda. Es cuestión de asumir las carencias y revertir lo que hasta ahora no se hizo del todo bien. Si a eso le sumamos el buen nivel que el equipo mostró siempre en Mataderos, no deberíamos tener problemas para clasificar a los Playoffs y de esa manera darle un motivo de esperanza a nuestra querida gente.
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