Un empate tan inesperado como frustrante

27 Jul. 2024



Venía muy bien el Domingo para Chicago, ganando el partido a falta de dos minutos del final y compartiendo la punta con Aldosivi. Todo era fiesta en Mataderos, hasta que ocurrió lo inesperado: el gol de Bruno Pérez que nos dejó a todos atónitos, con la ilusión hecha añicos y el alma por el piso.
Antes de ese momento crucial hubo un partido que en el que Chicago dominó durante toda la primera etapa con las armas de siempre: posesión de pelota, circulación rápida, apertura hacia los laterales, sociedades interesantes, solidez en la defensa y presencia y firmeza en el medio, Al poco tiempo de iniciado el cotejo ya había avisado Chicago a través de Castro, quien recibió un centro de Cardozo y cuyo remate fue desviado por lo defensores del Deportivo Madryn.
A los 25 minutos recibe Amarfil por derecha, envía el centro y Castro sin oposición marca el primer tanto para delirio de la gente.
Al gol le siguieron varias llegadas del verdinegro que se había adueñado absolutamente del partido. En ninguna de ellas se logró concretar en la red, pero algunas pelotas pasaron cerca del arco defendido por Bonín. A esa altura Deportivo Madryn se veía superado y no lograba reaccionar, pero en la segunda etapa todo cambió.
El equipo de la Patagonia salió en el segundo tiempo decidido a hacerse dueño de la pelota y lo consiguió. Chicago no supo resolver esa situación desfavorable y comenzó a estar impreciso en las marcas y en las transiciones. El medio fue copado literalmente por el visitante. Deportico Madryn sin muchas ideas, pero con constancia, se iba acercando cada vez más al arco de Ferrero.
Chicago en esa etapa llegó una solo vez con cierto peligro: fue a través de un cabezazo de Rodríguez que logró desviar Bonín con cierto esfuerzo de su parte. En otra llegada de Chicago, una acción desleal de Brian Ferreyra termina con el jugador visitante expulsado en el mejor momento de su equipo.
Chicago no supo capitalizar esa ventaja del hombre de más y continuó tan intrascendente como lo había sido desde el comienzo del segundo tiempo.
Deportivo Madryn fue todo lo contrario: redobló esfuerzo y se puso a tono con la necesidad. Tanto fue así que de tanto insistir, después de recibir una pelota en el área de Chicago, Bruno Pérez, de volea, decreta el empate para el visitante y provoca la desazón en la gente del verdinegro, que no podía creer lo que estaba viendo. Casi sobre el final del partido, Chicago perdía dos puntos y la punta. De no creer.
Ahora habrá que dar vuelta la página y preparar bien el partido de la próxima fecha contra Defensores Unidos, en Zárate. Esperemos que siga la racha de visitante y podamos traernos los tres puntos para seguir de cerca a los de arriba y seguir ilusionándonos con cosas mayores. Para eso habrá que estar muy atentos para que no nos vuelvan a suceder cosas como las del sábado pasado. Que se vuelva a renovar la ilusión.
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