Un empate clásico con sabor a poco

13 Oct. 2024



No le dejó el partido del Domingo a Chicago el mejor recuerdo. La expectativa era muy grande, la cancha estaba repleta como hacía mucho no sucedía, pero no se logró el triunfo tan deseado y la gente terminó con un sabor agridulce cuando el partido llegó a su fin.
De movida nomás Morón demostró que le quería amargar el día Chicago y se concentró en ese objetivo sin dar ninguna tregua. Luchó cada pelota como si fuera la última y trató quitarle la posesión a Chicago y ser punzante en las contras.
El verdinegro estaba como atado, nervioso, como si el impactante marco que lo rodeaba y la obligación de ganar lo hubiese en cierto sentido paralizado. Tan solo un remate de Balbuena que controló Rufinetti fue lo que generó Chicago en ese tramo del partido.
Morón se dio cuenta de lo que le estaba pasando a Chicago y aprovechó para ponerse en ventaja a través de Berterame que había recibido un pase de Disanto.
Baldazo de agua fría para Chicago, que empezó a tomar las riendas del partido urgido por la necesidad de empatarlo. Tanto fue así que Montenegro sacó a Altamirano y mandó a la cancha a Iván Maggi, el equipo presionó con mayor intensidad y comenzó a llegar más al área rival. Pero todo era infructuoso y se diluía en los últimos metros de la cancha.
Apenas comenzado el segundo período, el mismo Maggi quedó mano a mano con Rufinetti, pero definió apenas desviado y desperdició la chance de empatar.
Algo más tarde Morón tuvo la posibilidad de ampliar la ventaja a través de un penal ejecutado por Matias Romero que dio en el palo izquierdo del arco defendido por Ferrero. En vistas de lo sucedido, Chicago se animó aún más y siguió atacando sin éxito hasta que Castro tuvo su oportunidad mediante la pena máxima, y el goleador no falló y puso el encuentro en tablas, al fusilar al arquero de la visita.
Luego Roque Ramírez pudo adelantar al verdinegro con un cabezazo que se fue por encima del travesaño. Sin embargo, Morón respondió con un zurdazo cruzado de Patricio Núñez que pasó rozando el palo izquierdo.
En la recta final Chicago podría haber anotado el segundo, pero el arquero visitante se encargó de que eso no sucediera y hasta los palos le jugaron en contra a Chicago, ya que Adrián Martínez, que jugó con total libertad por la banda derecha del conjunto de Mataderos, tuvo la chance más clara con una volea que pegó en el travesaño y en el palo. No obstante el asedio y la insistencia, el Torito se fue diluyendo, el cotejo se fue apagando, y todo terminó en pardas. A pesar de todo Chicago sigue manteniendo la ventaja de dos puntos sobre el segundo a falta de 2 partidos. Ahora se viene un cotejo durísimo contra Temperley y es de esperar que el verdinegro recupera la memoria y saque un buen resultado de Turdera. El sueño está cada vez más cerca, no nos podemos dar el lujo de quedarnos sin nada después de tanto esfuerzo.