Nuestras historias
Un empate que deja muchos interrogantes
11 Nov. 2024
Está claro que, desde el punto de vista del resultado, lo que consiguió Nueva Chicago el
Domingo último en cancha de Quilmes, es sumamente valiosísimo, ya que le permite al
verdinegro pasar a semifinales con solo empatar. El problema radica en la falta de recursos a la
hora de jugar que mostró el equipo dirigido por Andrés Montenegro. Quilmes lo superó en
todos los aspectos, ya que no lo dejó progresar en el campo de juego debido tanto a la
continua presión en todos los sectores que ejercía el equipo de Rondina como al juego fuído
que mostraba en ataque. Con esos dos argumentos los del sur se adueñaron del partido y se
impusieron en todos los sectores.
Los primeros 10 minutos del partido fueron de Chicago, aprovechando el nerviosismo de los
locales por la necesidad de ganar en su cancha e ir a Mataderos con cierta ventaja. Pero ese
dominio verdinegro duró hasta que los locales comenzaron a ejercer una superioridad
manifiesta que ser prolongó a lo largo de todo el partido. Quilmes comenzó a crecer en ataque
y cerró los espacios. Se adueñó del partido, provocó los errores de Chicago y le impidió el
juego colectivo.
En el sector derecho del ataque local, Ramiro Luna y Damián Adín se convirtieron en piezas
clave para desbordar y generar peligro. Fue este último quien luego de un gran desmarque
quedó mano a mano con Ferrero, quien a partir de ese instante se convertiría en la gran figura
del partido.
Minutos más tarde, primero un remate de Herrera, uno de Parisi y finalmente otro de Herrera
no lograron destino de red, pero dieron comienzo a una serie de llegadas de Quilmes que se
repitieron durante todo el partido. Sin embargo, la más clara la tuvo Chicago: Iván Maggi logró
filtrar un pase para Maximiliano Amarfil, quien remató directo al arco. Esteban Glellel, arquero
de Quilmes, alcanzó a desviar la pelota y, sobre la línea, Santiago Moya apareció para salvar al
equipo. A pesar de la insistencia, el resultado no se movió del 0 a 0 y se fueron igualados al
entretiempo.
Los segundos 45' fueron un calco del primero. Chicago, sin generar peligro y un dominio
absoluto de Quilmes. Al Torito los cambios no le sirvieron y dejó de atacar por la única vía que
le daba sus frutos: el juego aéreo.
Primero Parisi remató de volea, pero nuevamente Facundo Ferrero se interpuso y salvó a
Chicago. Luego un remate de Adín desde el punto penal dio en la mano de Maggi y el árbitro
sin dudarlo cobró la pena máxima. Pero Facundo Herrero evitó el 1 a 0 a los 15' atajándole el
penal a Parisi y transmitiéndole tranquilidad a todo Mataderos.
La última jugada de peligro del partido fue la que tuvo por protagonista a Federico Tévez,
quien se metió por atrás de la defensa, en una jugada de pelota parada, y sacó un remate
incómodo que se fue cerca del travesaño.
Cuando el arbitro dio por finalizado el partido todos sentimos un gran alivio, pero también una
gran preocupación, porque Chicago no encuentra el volumen de juego que se necesita para
aspirar a algo tan grande como el Ascenso a Primera División y porque de los últimos 5
partidos que jugó el equipo, todos terminaron empatados.
Está claro que debemos lo antes posible revertir esta situación y no especular con que
pasamos a semifinales con tan solo empatar. Chicago tiene una deuda con el juego y debe
saldarla para poder seguir con posibilidades y darle una alegría a la gente.